jueves, 18 de septiembre de 2014

La deportividad, cualidad humana.

La deportividad es una cualidad del carácter.  No está solo en una competición. Con solo esto no nos distinguiríamos de los animales. ¿Por qué?, porque somos animales racionales y la deportividad es un signo de esta racionalidad. Implica esfuerzo, constancia, tenacidad, paciencia, etc. y también deseo de ganar si hay competición. Si no la hay queda el deseo de ganarse a sí mismo.  “Vivir para luchar” además de “luchar para vivir”.

Así pues, la deportividad es una cualidad que se manifiesta en la práctica deportiva pero también en otras facetas de la vida, de forma que es como una actitud que nos ayuda a tener paciencia y afrontar los obstáculos con espíritu deportivo y siempre que sea posible con buen humor. Deportividad y alegría para afrontar todo aquello que nos es contrario o menos agradable, lo que se opone a nuestros planes o produce pesar o dolor. Precisamente en los obstáculos se encuentra la ocasión de hacernos más fuertes y competitivos como el caso del deporte.

No todos los deportes son igualmente adecuados para una buena educación aunque sí en todos ellos se puede expresar la más o menos deportividad de los componentes o de los equipos. Escogería para la formación del carácter el montañismo en todas sus vertientes: senderismo, trekking,… Discutible aquellas expediciones sumamente arriesgadas o los trail. El libro de Araceli Segarra, me puso los pelos de punta. También me coge un escalofrío al ver los itinerarios de los trail. Me cuesta entenderlo.

El otro deporte que yo recomiendo es el ciclismo. Por falta de espíritu deportivo, a nosotros nos llega el montañismo a través de los accidentes de montaña. Y del ciclismo (aparte del Tour y poco más) el dopping. En fin que se ha confundido el deporte con el mercadeo de jugadores de fútbol y poca cosa más.

Josep Cartañà Pons.

martes, 9 de septiembre de 2014

¡Gracias por acompañarnos en la exposición!.

Estas fotos son más ‘una ocasión de’ que una ‘finalidad’. Enseñan que el esfuerzo personal es insustituible para llegar a alguna meta en la vida.


Pero no de cualquier modo ni como sea. 
En este punto intervienen las virtudes humanas que controlan el esfuerzo hacia la meta haciendo sobresalir el intento por encima del éxito. 
Esto es el premio.

Las subidas al Aneto, como podrían ser a otros picos, han sido ocasión de inculcar valores que se convierten en virtudes humanas en la práctica, destacando en primer lugar la amistad, que es el eje de todas las demás, y la deportividad. Hemos centrado la exposición en algunos tres-miles de los que destaca el Aneto, por la frecuencia al que hemos subido.


¿En qué se inspiran estas excursiones, campamentos de media y alta montaña, reflejadas en esta exposición de fotos?,en la deportividad que no es algo que solamente llega a la forma física o al éxito personal, sino a tantas facetas de la vida como decíamos. Hay que educar en la deportividad.

Pep Catañà Pons.