jueves, 26 de septiembre de 2013

Diversidad de opiniones, pero con criterios básicos.


Estoy plenamente convencido que destaca un aspecto perverso en la mentalidad dominante de nuestros días: admitir el relativismo de que el bien origina el mal y el mal origina el bien. A esto se la llama nihilismo banal, frecuente en las conversaciones entre personas no diré bien formadas, pero sí populares (se incluyen naturalmente políticos, cargos públicos, etc.). 

Tenemos una diversidad de opiniones pero sin unos criterios por los que optar. Y, ¡ojo!, en tertulias que se montan en televisión, en canales aparentemente no sospechosos de mala intención, se cae con facilidad en un cierto relativismo.

 Sin discutir la intención, evidentemente, sino basándome en el lenguaje que se ofrece, desde el punto de vista pedagógico, puede producir confusión en un joven con un grado de madurez lógicamente bajo, aunque la tenga muy potenciable. Y así, este matiz de esquizofrenia vital hace imposible la adquisición de criterios en el niño, joven y, si no hay base, incluso tendrán dificultad en mantener los criterios sensatos las personas maduras y los mayores.


¿No se ve que la sociedad debe transformarse tarde o temprano más cultural, sustituyendo el paradigma económico por uno más ético y cultural? ¿No son suficientes los hechos históricos, aunque nos centráramos solamente en los del siglo pasado que muchos aún recordarán? Sus destrozos, incomparables, guerras que rayan la absurdez, acciones infrahumanas extremas, etc. ¿No podemos concluir que el paradigma económico de la actual Europa ha fracasado y urge sustituirlo por un universo moral que contiene las siguientes palabras clave: fidelidad, humildad, perdón, respeto, coraje, paciencia, tolerancia, amor entre muchas más?.

Josep Cartañà Pons.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Persona feliz, persona libre.

Los "Quique´s"y las "Maite´s" en el pico del Salvaguardia (2738m)
Después de analizar las muchas excursiones, unas organizadas y otras más espontáneas, realizadas este verano en el Pirineo oscense (como hubiera podido ser en otros lugares y con otras actividades), llego a la misma conclusión de siempre: La familia es la sociedad básica para una buena educación, siendo la felicidad el objetivo indiscutible de la educación. En estas excursiones que implican horas a veces días, venciendo obstáculos no solo físicos, te dan mucha información de cómo se relacionan los padres con los hijos, los hijos entre sí y estos con sus amigos. Esta información no la consigues ni en las aulas ni en el patio de los colegios.


En los prados del ibón de Armeña.
Sin embargo se habla mucho de educación y poco de familia. Se multiplican las teorías pedagógicas, se inventan y se proponen métodos para mejorar las técnicas educativas, etc. Aparte de estas notables sensibilidades en relación a la educación, insisto en la conclusión expresada antes: educación y felicidad son cuestiones íntimamente ligadas y solo podemos hablar de educación en sentido pleno si se proporciona al que se educa los medios suficientes para ser feliz. Y ¿por qué he relacionado las excursiones con la educación? Porque he tenido muchas vivencias, como en otros veranos parecidos durante años, que me reafirman en este sentido. Se es más feliz cuánto más se es libre.
Y de la expresión: la educación apunta a la felicidad, de inmediato surgen dos interrogantes. El primero: ¿Cómo armonizar esta felicidad que se pretende como fin con la realidad observable de cada día, con la realidad del dolor y, especialmente, de la muerte? El segundo interrogante: ¿Cuáles son los caminos por dónde transitar o los lugares dónde instalarnos para conseguir esta felicidad mediante la acción educativa?
Respondemos a estos dos interrogantes a la vez: La educación es el proceso de maduración de la libertad, que se mide según el grado de responsabilidad, dicho de paso. Interviene en este proceso la voluntad del que se educa. No la voluntad del educador sino del que se educa. 

En el refugio Wallon con los amigos de la Gran Facha.
El educador por su cuenta también lo hará, ya que el proceso educativo existe mientras uno viva. Y esta maduración de la libertad debe de hacerse en un ámbito determinado, es el ámbito del amor. De dónde se desprende que el lugar más apropiado para conseguir la felicidad mediante la educación es la familia, porque la familia la integran personas unidas por los lazos del amor. 

En este retazo de ideas se implica como es lógico el concepto de familia cuya definición, que no es mía, comparto plenamente: La familia es una institución natural en la que se nace, se crece y se muere como persona.

Josep Cartañà Pons.

viernes, 23 de agosto de 2013

Más fotos...

Otra pequeña muestra de las fotos que podéis encontrar en la exposición; ¡sólo quedan tres días más para poder disfrutarlas!.



Abril del 1968, primer reconocimiento al Aneto; Hospital de Benasque en ruinas, hoy en día restaurado y conocido como Llanos del Hospital
Primer intento al Aneto por los ibones de Coronas, octubre de 1972; de izquierda a derecha: Pep Cartañà, Blai, Toni, Pepe, Antonio y Jordi.

Paso de Mahoma (1969), Antonio en primer término









Primer intento, junio de 1968; de izquierda a derecha Javier, Carlos y Pep Cartañà

miércoles, 14 de agosto de 2013

MEMORIAS DEL ANETO (1968-2013); Exposición de fotos acerca de mis "paseos" por el Aneto

En la cima del Aneto, julio de 1969, Jaume, Luis, Pepe, Gabriel...


 Tendrá lugar del Lunes 19 de agosto al domingo 25 de agosto de 19:30 a 21:00, en el centro cultural del ayuntamiento de Castejón de Sos (Huesca). El día 19 se inaugura la exposición a las 20:00 con una charla-coloquio a cargo del autor, con el título: Pirineísmo y cultura. También haré la presentación de mi libro:"Pasión por educar la libertad".

"Presentación del Aneto", por Freddy y Pepe.
 En esta nueva exposición de fotos pretendo relacionar aspectos educativos y el deporte de montaña, concretándose en este caso en mis ascensos al Aneto. No en todos los intentos de subir al Aneto se ha hecho cumbre (17 veces de los 23 intentos). No son competiciones lo que aquí se expone sino el ejercicio deportivo para el aprendizaje de valores. Esto es eficaz si la teoría y la práctica van de la mano. Es más, con frecuencia hay que aprovechar las oportunidades para vivir los valores que hay que enseñar. Luego se puede perorar sobre los mismos si se quiere.


Aproximación al Aneto, abril de 1968, Luis, Agustín, Mariano, Diego...


Las subidas al Aneto han sido ocasión para inculcar valores que se convierten en virtudes humanas con la práctica. Lo importante no es el Aneto en sí mismo, el éxito conseguido, ni la competición, etc. sino la persona. De estas virtudes destaca en primer lugar la amistad, como eje que aúna todas las demás en la práctica del montañismo, y después la deportividad.
El día 25, domingo, a las 20:30, tendrá lugar la clausura con un breve resumen de lo que ha sido esta experiencia.

Josep Catañà Pons.

sábado, 10 de agosto de 2013

VICTORIOSO REGRESO A LA GRAN FACHA (3.006)


Hace un año relaté la dantesca noche del 4 al 5 de Agosto –‹‹Tempestad en el valle Wallon-Marcadau››, ver Por la tartera de la Vida, mi blog. Mi mujer y yo tuvimos que regresar, entonces, a Plateau des Puntes (Cauterets) sin poder, siquiera, empezar el bello e inacabable sendero que conduce al collado de la Facha por la parte de Francia y que, desde allí, asciendes a la Gran Facha, un modesto 3000, modesto solo por los pocos metros que supera a 3000 -3006-, pero coloso en cuanto a sus exigencias trepadoras.
También iba con nosotros Hildegard, amiga y vecina nuestra en Castejón de Sos. Pero ella pasó el infierno de aquella noche en el refugio de Wallon. Este año no ha podido venir. Me despedí en aquel relato así: ‘volveremos el 2013. Nos esperamos unos a otros’.
Antes de seguir escribiendo el itinerario que conduce a la victoriosa ascensión a la cumbre expongo un pequeño fragmento del artículo de D. Pedro Estaún publicado en el Heraldo de Aragón el jueves 1 de agosto pasado:

‹‹Todos los años, el 5 de agosto, tiene lugar una reunión de montañeros españoles y franceses en la Gran Facha, un pico que supera los 3000 m de altitud, fronterizo de estos dos países. Este peculiar encuentro tiene su origen en un accidente ocurrido en 1941, cuando cuatro montañeros franceses alcanzaron esta cima. En el descenso Maïte Chevalier tuvo una aparatosa caída de la que se salvó ‘milagrosamente’. Como consecuencia de ello acordaron: ‘El próximo año regresaremos y colocaremos en la cumbre una imagen de la Virgen como señal de agradecimiento’...››. Este encuentro se ha estado repitiendo durante más de setenta años. (Los amigos de la Facha)



Así pues, empezamos nuestra caminata –este año se nos unió a mi mujer y a mí la familia Bofill-Janer, con sus tres hijos- por la mañana del día 4, domingo este año, y aunque el horario en Plateau de Puntes (1450) indica 2h 30m, necesitamos cerca de 4 h para llegar a los llanos de Wallon (1860). No así Joan, Mireia, Marc, Pol, Sandra y una amiga que superaron el trayecto en mucho menor tiempo. Somos ya mayores y vamos muy cargados. Aunque la diferencia de altura sobrepasa algo los 400 m, el desnivel acumulado supera los 500 m. A la mañana siguiente, salimos a las 6 h en punto y tardamos otras 4 h hasta el collado (2660), con un desnivel acumulado de 825 m. El tiempo ‘normal’ suele ser 3 h. Superamos los neveros sin tener que utilizar los crampones, gracias al surco dejado por los muchos montañeros que pasaron antes que nosotros, especialmente nuestros amigos que tardaron una hora menos en llegar al collado, dónde nos encontramos con más españoles procedentes del refugio Respomuso y de Panticosa.


Faltaba la arista. La iniciamos sin estar convencidos de poder llegar arriba; hacia las 11:30 nos cruzamos con Joan, Marc, Pol y Sandra que ya bajaban; Sandra, a sus 9 años consigue su primer tres-mil y ¡qué tres-mil! Y coronada ‹‹dama de los Pirineos››, mediante la ceremonia que allí arriba todos los años tiene lugar.


Sin embargo gracias a qué conocíamos el relieve (2009) y a la buena forma física de mi mujer llegamos también nosotros dos a la cima en 1h 50 m y con un desnivel acumulado de 420 m. Eran las 12:10. Allí agrupados como pudimos y con ‘patio’ por todos lados se concelebró la Santa Misa, presidida por D. Jesús Sanz, arzobispo de Asturias, por todos los fallecidos en la montaña.


Bajamos en 1h 30 m hasta el collado y luego otras 4 horas hasta el lugar del vivac. El día siguiente, 6 salimos muy de mañana y necesitamos también 4 horas hasta Plateau de Puntes, parking de Pont d’Espagna. Resumiendo, cerca de 19 horas y 2025 m de desnivel acumulado. Ha sido una gran victoria. En otras ocasiones comentaremos más detalles acerca de lo humano, divino y deportivo que implicó esta singular experiencia.


Josep Cartañà  (5 de agosto de 2013)

domingo, 21 de julio de 2013

¿Por qué hemos de enseñar a convivir?



Sabemos que el ser humano es “animal racional”, sociable por naturaleza, pero como no le es fácil socializarse hay que enseñar a convivir. Conozco tres libros que se titulan aprender a convivir, pero antes hay que enseñar a convivir. Si echamos una ojeada a los distintos modos de vivir  observamos: 

Primero, los que simplemente coexisten; los que optan por la soledad, sin comunicarse. El individualista, el que se mete en si mismo, no recibe información del exterior y no se enriquece de los demás. Otro grupo son los que provocan conflictos, los que no asimilan las formas de pensar de los otros y son motivo de lucha y agresividad. 

Finalmente, los que viven en armonía, comparten sentimientos, experiencias y vivencias. Y esto en la familia, en el trabajo, con los amigos, vecinos, etc. Esta sintética clasificación no está cerrada y se puede pasar de una a otra manera de vivir para un mismo individuo. Y ¡ojo!, especialmente se tiene que enseñar en la etapa infantil y primaria.

Josep Cartañà Pons

miércoles, 15 de mayo de 2013

TEMPESTAD EN EL VALLE DE WALLON-MARCADAU


               Comentar tormentas a cierta altura de los Pirineos no tiene significación especial si no se tratara  de un caso sorprendente, al menos para mí. Seguramente serán más de 300 las noches que he pasado acampado a más de 1500 m de altitud durante tantos años. Noches frías, con lluvia, nieve, rayos y truenos. Sin embargo como la noche del 4 al 5 de agosto de este 2012 no recuerdo ninguna. La aventura ha sido la siguiente:
      
      El viernes 3, mi mujer y yo con Hildegard, amiga nuestra y viuda desde hace pocos meses, decidimos participar otra vez en el encuentro de los amigos de la Gran Facha, que desde hace 70 años tiene lugar en el refugio Wallon-Marcadau (1865 m), a unas tres horas del aparcamiento de Plateau des Pountas (1460 m) a 8 km de Couterets (920 m) y a unos 40 de Lourdes. Los pronósticos meteorológicos no son buenos; el sábado, 4, regular-malo; el domingo, 5, malo-muy malo. Sin embargo decidimos salir, pasaremos un día en Lourdes y a la mañana siguiente intentaremos llegar al Refugio procurando burlar el mal tiempo pronosticado. Con esto nos conformábamos. Allí celebraríamos el encuentro; acamparíamos y al día siguiente descenderíamos. Esto es lo máximo que creía podíamos hacer. Y así fue. En Lourdes, en la Misa del viernes, 3, aniversario de nuestra boda, a las 16 horas pedíamos a la Virgen solo poder llegar al Refugio y descender lo mejor posible al día siguiente. Más o menos se iba cumpliendo lo que estaba previsto. En Lourdes hacía algo de frío, nublado como es habitual allí, con una capa de niebla difícil de pronosticar si escondía o no otros movimientos por encima. La presión atmosférica era constante, lo cual daba cierto optimismo.

      Día 4, sábado. Del Hotel Angelico-Myriam nos levantamos a las 6:45 y a las 10:20 salíamos del aparcamiento de P. des Pountes. Des de allí, el desnivel hasta el Refugio solo son 400 m, sin embargo el desnivel acumulado supera un poco los 500 m, lo que explica que el terreno sea algo tobogán e impida coger un ritmo constante y con el peso de la mochila resulte una aproximación algo pesada. Puesto que en la bajada debes también acumular casi 100 m más, resulta una excursión bastante completa de más de 600 m y con 10 kg de peso encima. Esto hace que la subida prevista en 2 h 30’ se convierta en 3 h 45’, tiempo neto. A esto hay que añadir el deambular por el llano del refugio y de la Chapelle, que de llano tiene poco, al menos para los humanos. Cerca de las 14 h llegamos con tiempo amenazador, pero habíamos conseguido el objetivo. Enseguida encontramos a D. Pedro Estaún, sacerdote promotor del encuentro por parte de la zona española que ya conocía hace años. Aprovecho para decir que este encuentro puede también considerarse como una reunión fraternal de los dos países: España y Francia. No obstante no entro en detalles acerca de los motivos, historia, etc. de estos encuentros; en todo caso recomiendo acudir a la página web de le Grande Fache. En medio de un compacto cielo negro por la zona NW, salpicaban rayos de sol que quemaban, lo que hacía prever mal tiempo, más pronto que tarde. Sin embargo la presión se mantenía bastante constante: entre 810 y 812 hPa. Y esto animaba a pensar que sería una buena noche. A la 18 h hubo la concelebración, Misa en honor del Santo Cura de Ars, pues era su fiesta, en la Capilla que está cercana al refugio y que también tiene su historia. Este año la Misa es oficiada por el Obispo de Asturias (antes de Huesca-Jaca), D. Jesús Sanz, en español. La capilla estaba a rebosar.  A las 20 h nos reunimos, como es costumbre cuando el tiempo lo permite, a las afueras del Refugio con cantos españoles y franceses. Un ambiente, en mi opinión, poco común hoy día, por lo que se refiere a compañerismo y amistad. Este año, al coincidir en sábado y domingo y a pesar de los pronósticos del tiempo, éramos muchos, cerca del centenar. Por otra parte la Misa fue ofrecida por Alfonso Sicart, sobre todo, fallecido hacía menos de 2 meses de cáncer. A sus 59 años había estado en la Gran Facha cuando solo tenía 9 años y era el secretario de la organización de la parte española. La viuda y familia estaban allí, con personalidad y honrosa dignidad. También cabe mencionar a Mª del Pilar Balet, de 77 años, que sube todos los años, con los nietos y demás; ella está buena parte del año en Linsoles, sus yernos son de la familia Castañé, de Banyoles. Se la considera una excepcional aventurera.

      Domingo, día 5. Inicialmente, el plan era salir a las 6, hacia el Col de la Facha (2664 m). Allí tendría lugar la bendición de las herramientas de montaña y de las personas que suben a este extraordinario pico y se suprime la Misa concelebrada en la cima, ya que el tiempo no lo permitiría; se advirtió que si alguien quiere hacer más, solo él sería responsable. Nos acostamos todos, los del refugio y los que estábamos acampados, aproximadamente a la misma hora, hacia las 22:00. Nada hacía suponer la noche que se avecinaba. Hacia las 12 aproximadamente (yo ya estaba dormido y cansado; el reloj marcaba 00:10) empecé a oír los primeros signos de tormenta. Poco a poco el retumbar de los truenos, con la incesante y continua luminosidad de los rayos nos hacía pensar que estamos en otro planeta o en un bombardeo como el que nos ofrecen algunas películas bélicas. Nina, mi mujer, duerme, pero se despierta poco después desconcertada (Hildegard consiguió milagrosamente una plaza en el Refugio). Nuestros vecinos tuvieron tiempo de coger el saco e ir a dormir en la Chapelle. Invocamos a los ángeles custodios, los cuáles les tocaba una labor a la medida de su potencia. Cada episodio de tromba de agua había como una pausa después de encomendarse a ellos. Pero sin tener tiempo de conciliar volvía el ataque de los elementos meteorológicos. Cada vez peor. Rezaba a la Virgen de Lourdes que recordara lo que le habíamos pedido: descender el día siguiente. El tercer episodio fue dantesco: caían piedras como huevos de codorniz, a gran velocidad y el ruido que hacían mezclándose con el sonido de los truenos componían una ‹‹melodía›› que yo jamás había escuchado con tanta perfección. Sin embargo, no entró ni una gota de agua en la tienda. Llegó un momento, al cabo de 4 o 5 horas que casi te daba igual; pasas por cierta insensibilidad. No tienes miedo. Ves que la ayuda espiritual responde. Tienes seguridad. Duermo desde las 4 a las 6 de la mañana. Suenan las campanas de la Capilla. Hay Misa de 7:00. Nos apuntamos. También celebra el Sr. Obispo, con otros sacerdotes. Era la Misa del domingo. Después de la Misa, se advierte que se suprime también la salida al Col de la Facha y la organización no asume ninguna responsabilidad si alguien quiere más aventuras. Así que, fuera de la Capilla, tiene lugar la ceremonia que debería haber sido en el collado. Estábamos ante una pausa del temporal, temporal que duró 7 horas sin interrupción. Desayunamos y desmontamos la tienda sin problemas. Nos despedimos de D. Pedro. Dijo que tenían que ir a Panticosa dónde estaban sus vehículos. Ello suponía ascender 800 m hacia el collado de Marcadau (2.600 m), es decir pasar más o menos por el centro de la sartén dónde se podrían ‹‹freír huevos›› en cualquier momento. Eran muchos y no les pude ofrecer otra solución por lo que no les dije nada. Pero era un peligro evidente y ellos lo sabían. A medida que bajamos nos íbamos apartando del centro de la borrasca. Los de Panticosa, no. Iban hacia ella. Estuve preocupado todo el descenso. Por la noche, ya en Castejón, mandé un mensaje D. Pedro. No recibí respuesta hasta el lunes por la mañana: lo pasaron mal; muchísimo frío y vendaval. No tengo más detalles de momento. Llegaron vivos a Panticosa y emplearon 7 horas. Para tener una idea de la influencia de la velocidad del viento, por ejemplo, a 0º C con vientos de solo 40 km/h equivale a una temperatura de 16º bajo cero. Si estuvieran a -2º, muy probable, con vientos de 80 km/h podrían ser  35º bajo cero, o menos incluso. No es ninguna exageración, pero yendo rápido y una vez pasado el puerto el frío disminuye. A nosotros se nos adelantó el Sr. Obispo y terminamos juntos en Plateau des Pountes hacia les 13:00. Allí nos recibió una nueva tromba de agua, pero sin malicia. Ha sido una experiencia digna de la alta montaña pirenaica. Por otra parte supone un acicate para otro año. Nos esperan. Nos esperamos. Ánimo, pues, y recordar: 4 y 5 de agosto de 2013.   

Josep Cartañà Pons (6 de agosto de 2012)