miércoles, 27 de mayo de 2015

Decisión de querer

Amor no es una palabra que simplemente queda bien sacarla en tertulias, conversaciones, artículos,… sino que es un término que apunta a una actitud vital: huir del egoísmo, afán de servicio, darse, ser generoso. Debe haber una lucha interior, personal por parte de los padres, para que el amor se manifieste en todos los campos, en el espiritual, en relación a los demás, en el matrimonio y en los hijos. 
El amor no es simplemente una idea bonita o buena sino que requiere la acción de la voluntad, esto es, la decisión de querer. Y esta decisión supone una elección y, por tanto, un acto de ser libre. 



Así que amor y libertad coinciden cuando hay que tomar una decisión. Y para decidir hay que tener objetivos y, por consiguiente, deliberar acerca de los criterios de decisión. Llegamos a la conclusión que enseñar a decidir es algo intrínseco a la educación de la libertad. El aprendizaje que se deriva de esta enseñanza es el aumento de la capacidad de dar y de recibir, tener autodominio para servir mejor y desarrollar también la propia libertad con la consiguiente responsabilidad.


Un signo de amor y de libertad es servir diligentemente, con atención y alegría. Y los padres deben ser los que enseñan con su ejemplo, observándose a sí mismos, en su matrimonio y en su actitud de servicio. ¿Lo observamos así? En mi modesta opinión, diría que no mucho. Se da servicio, por supuesto, pero un servicio muchas veces de baja calidad en el que se mezcla afán de ser complacido, para dominar, salpicado de otros fines, económicos, políticos, etc. 

Los padres deben acostumbrase a enseñar a sus hijos a servir en multitud de detalles, yendo ellos por delante.

Josep Catañá Pons

jueves, 18 de septiembre de 2014

La deportividad, cualidad humana.

La deportividad es una cualidad del carácter.  No está solo en una competición. Con solo esto no nos distinguiríamos de los animales. ¿Por qué?, porque somos animales racionales y la deportividad es un signo de esta racionalidad. Implica esfuerzo, constancia, tenacidad, paciencia, etc. y también deseo de ganar si hay competición. Si no la hay queda el deseo de ganarse a sí mismo.  “Vivir para luchar” además de “luchar para vivir”.

Así pues, la deportividad es una cualidad que se manifiesta en la práctica deportiva pero también en otras facetas de la vida, de forma que es como una actitud que nos ayuda a tener paciencia y afrontar los obstáculos con espíritu deportivo y siempre que sea posible con buen humor. Deportividad y alegría para afrontar todo aquello que nos es contrario o menos agradable, lo que se opone a nuestros planes o produce pesar o dolor. Precisamente en los obstáculos se encuentra la ocasión de hacernos más fuertes y competitivos como el caso del deporte.

No todos los deportes son igualmente adecuados para una buena educación aunque sí en todos ellos se puede expresar la más o menos deportividad de los componentes o de los equipos. Escogería para la formación del carácter el montañismo en todas sus vertientes: senderismo, trekking,… Discutible aquellas expediciones sumamente arriesgadas o los trail. El libro de Araceli Segarra, me puso los pelos de punta. También me coge un escalofrío al ver los itinerarios de los trail. Me cuesta entenderlo.

El otro deporte que yo recomiendo es el ciclismo. Por falta de espíritu deportivo, a nosotros nos llega el montañismo a través de los accidentes de montaña. Y del ciclismo (aparte del Tour y poco más) el dopping. En fin que se ha confundido el deporte con el mercadeo de jugadores de fútbol y poca cosa más.

Josep Cartañà Pons.

martes, 9 de septiembre de 2014

¡Gracias por acompañarnos en la exposición!.

Estas fotos son más ‘una ocasión de’ que una ‘finalidad’. Enseñan que el esfuerzo personal es insustituible para llegar a alguna meta en la vida.


Pero no de cualquier modo ni como sea. 
En este punto intervienen las virtudes humanas que controlan el esfuerzo hacia la meta haciendo sobresalir el intento por encima del éxito. 
Esto es el premio.

Las subidas al Aneto, como podrían ser a otros picos, han sido ocasión de inculcar valores que se convierten en virtudes humanas en la práctica, destacando en primer lugar la amistad, que es el eje de todas las demás, y la deportividad. Hemos centrado la exposición en algunos tres-miles de los que destaca el Aneto, por la frecuencia al que hemos subido.


¿En qué se inspiran estas excursiones, campamentos de media y alta montaña, reflejadas en esta exposición de fotos?,en la deportividad que no es algo que solamente llega a la forma física o al éxito personal, sino a tantas facetas de la vida como decíamos. Hay que educar en la deportividad.

Pep Catañà Pons.

jueves, 7 de agosto de 2014

¡ESTAIS INVITADOS!


Un año más (y van unos cuantos) tenemos el gusto de invitaros a la exposición de fotos sobre el Aneto y otros tres-miles en el centro cultural de Castejón de Sos del 18 al 25 de este mes de agosto.


El horario será de 19:30 a 21:00 los días que dure la exposición. 














A modo de inauguración habrá una charla-coloquio con el título  Montañismo y deporte. ¡Os esperamos!.



Pep Cartañà Pons.

jueves, 27 de febrero de 2014

ENCUENTRO DE CAMPAMENTARIOS DE BAÑOS DE BENASQUE.

El motivo del encuentro gira entorno a la exposición de fotos que sobre el Aneto y sus ascensiones (e intentos) llevaremos a cabo.

Estáis invitados todos los interesados y por extensión vuestros familiares el próximo sábado 12 de abril en el restaurante Mas Pou . El evento dará comienzo sobre las 11:30, posteriormente tendré lugar la comida de encuentro en el mismo restaurante (el precio del menú es de 15 euros por persona).

Después tendrá lugar el pase de las peliculas tomadas en aquellos tiempos, sobretodo de los años 1975,76,77,78,79; de los que se dispone de mayor material grabado.


Para cualquier consulta o duda podéis contar con Josep Maria Frigola (jefe del restaurante), Enric Paredes, Pere Piqueres, Miquel Pavón y un servidor, Pep Cartañà (659435673).
También os facilitamos el  link del evento  en facebook.

Esperamos vuestra asistencia, ¡gracias!.



jueves, 26 de septiembre de 2013

Diversidad de opiniones, pero con criterios básicos.


Estoy plenamente convencido que destaca un aspecto perverso en la mentalidad dominante de nuestros días: admitir el relativismo de que el bien origina el mal y el mal origina el bien. A esto se la llama nihilismo banal, frecuente en las conversaciones entre personas no diré bien formadas, pero sí populares (se incluyen naturalmente políticos, cargos públicos, etc.). 

Tenemos una diversidad de opiniones pero sin unos criterios por los que optar. Y, ¡ojo!, en tertulias que se montan en televisión, en canales aparentemente no sospechosos de mala intención, se cae con facilidad en un cierto relativismo.

 Sin discutir la intención, evidentemente, sino basándome en el lenguaje que se ofrece, desde el punto de vista pedagógico, puede producir confusión en un joven con un grado de madurez lógicamente bajo, aunque la tenga muy potenciable. Y así, este matiz de esquizofrenia vital hace imposible la adquisición de criterios en el niño, joven y, si no hay base, incluso tendrán dificultad en mantener los criterios sensatos las personas maduras y los mayores.


¿No se ve que la sociedad debe transformarse tarde o temprano más cultural, sustituyendo el paradigma económico por uno más ético y cultural? ¿No son suficientes los hechos históricos, aunque nos centráramos solamente en los del siglo pasado que muchos aún recordarán? Sus destrozos, incomparables, guerras que rayan la absurdez, acciones infrahumanas extremas, etc. ¿No podemos concluir que el paradigma económico de la actual Europa ha fracasado y urge sustituirlo por un universo moral que contiene las siguientes palabras clave: fidelidad, humildad, perdón, respeto, coraje, paciencia, tolerancia, amor entre muchas más?.

Josep Cartañà Pons.